30 abr 2006

Canta suavemente la muerte


en el umbral del patio,


bajo el silencio de los limoneros.


Canta con un ardor maternal


a quien la escucha. A quien la ve tender,


con ternura,


su andamiaje de sol,


sus misteriosos y claros


vínculos.


Cruzan de pronto, pájaros,


innumerables pájaros en bandada sobre el auge del río,


sobre el blanco tendido en sus orillas. Las lavanderas


se callan,


los ven pasar.




CORAL BRACHO, Ese espacio, ese jardín (fragmento)