7 sep 2008

Aserto camusino


La única libertad posible es una libertad respecto a la muerte. El hombre verdaderamente libre es aquel que, aceptando la muerte como tal, acepta asimismo las consecuencias, es decir, el derrumbe de todos los valores tradicionales de la vida. El "Todo está permitido", de Iván Karamazov, es la única exprexión de una libertad coherente. Pero hay que ir hasta el fondo de la fórmula.

Albert Camus, Carnets (1935-1942). Trad. Eduardo Paz Leston. Buenos Aires: Losada, 1963.