13 ago 2007

El silencio y su imposibilidad: divagación luego de 4'33'' de John Cage

a N

Uno de los modos más directos de percibir el silencio, de aquilatarlo, de comprenderlo, es la música. Con directo me refiero a las ondas sonoras hundiéndose centímetros adentro de la piel, los poros erizados y la mente en un discurrir sin fin. Tres días han pasado de mi primer audición de 4'33'' (1952) de John Cage (1912-1992) en Oaxaca y persiste en mi memoria el silencio, la imposibilidad de decir, la afasia expresándolo todo, a pesar suyo.

Me aproximo apenas a mi experiencia de aquella noche sin nubes. Se trata de una pieza que induce una introspección en los oyentes, agitada y del todo involuntaria. Expectación inquieta frente al enigma planteado. Un intérprete frente a su instrumento mudo. Cualquiera supone será rasgado, aporreado, soplado. Nada de ello ocurre, ni siquiera una línea sobre el arco de la espera. El músico, postrado, permanece cuatro minutos con treintaitrés segundos viendo una partitura vacía. Música en blanco. Acto performático que apela al silencio y donde el silencio es lo que nunca acontece. Ya el público se ríe, se incomoda, se agita en su asiento; desconcertado emite al espacio de la sala toda suerte de sonidos intraducibles.

Con este happening inolvidable, Cage planteó -en su momento y ahora mismo- una sub-versión. La música no existe más en una sala de conciertos. El silencio es lo que podría suceder, si se pudiera. Acremente advertí la no posibilidad de que el espectador-oyente se enfrente a sí mismo y a su silencio propio, ése que traemos siempre rodeado de los brazos del ruido cotidiano. Obra radical por donde se le mire (o perciba), este silencio inducido muestra y demuestra que en la sociedades tardocapitalistas lo que menos acontece es eso, el silencio, la quietud, el vacío.

Como una mera posibilidad de lectura, ésta sólo quiere ser una "imagen" de mi experencia frente a los 4'33'' más ciertos, lentos y palpables de mi breve estancia por aquí, la realidad elusiva que me envuelve.


[Pieza interpretada dentro de un programa que incluyó otra de Cage (Five), varias de Satie, una de Stockhausen, dos de Revueltas y una más de Kagel, en el Teatro Macedonio Alcalá (Oaxaca de Juárez, México/ 9 de agosto de 2007)]