5 sep 2006


Y es en la noche niña, en su apretado corazón
donde se abre ese jade.
Donde fluye y se entorna
ese jardín. Es en los ojos vivos
del jaguar de la noche:
un parpadeo es el sueño,
otro es la muerte que ahora canta
con acendrada suavidad.
Y su voz cadenciosa es un murmullo
de madre joven.

Toca su voz el filo
y el caudal de las cosas. Toca su sorprendido
corazón.


De Ese espacio, ese jardín, Coral Bracho.