5 may 2006

La problemática actual de las drogas ilegalizadas: una invitación


La problemática actual de las drogas parte de su prohibición y del consecuente proceso de criminalización e intrínseca estigmatización. Día a día, año con año, se corrobora que "la lucha en contra de las drogas" es inútil y que, en realidad, es simplemente otra cara más de la dominación sociopolítica y simbólica del gobierno estadounidense sobre el resto de los países. La ONU, por medio de la OMS, ha jugado un papel primordial en este proceso de desequilibrio mundial. Se sabe que la prohibición produjo el rompimiento cruento y absurdo de la milenaria relación más o menos armónica de la humanidad con las sustancias alteradoras del cuerpo y la conciencia, y trajo consigo, por supuesto, el surgimiento inmediato del mercado negro, el llamado "narcotráfico", y su consiguiente explosión de violencia, corrupción política y moral sobre todas las esferas del Estado y la propiedad privada. Corrupción que campea, sobre todo, en las instituciones supuestamente encargadas de combatir su producción y comercio, sean cuerpos policiacos, órganos judiciales, el ejército o los mismos gobernantes, políticos y funcionarios públicos de todos los niveles de gobierno.

Además, en México, las cifras de detenidos por "delitos contra la salud" (como los llaman) que Fox alaba y enseña a EUA para que lo palomeen, corresponden en su mayoría a los que hacen el trabajo de maquila: los traficantes de medio pelo, los comerciantes menores, los campesinos productores (que nunca, jamás se enriqueceran de lo que siembran), en muchos de los casos injustamente detenidos: sólo en Oaxaca a diario son encarcelados campesinos inermes -no suelen conocer la lengua dominante ni sus derechos fundamentales- que, provenientes de sus comunidades en busca de trabajo en las ciudades, les son sembradas drogas en el camino.

Esta historia, por suerte, no tiene más de ochenta años, comenzó en los Estados Unidos, en la década de 1920; basada en estudios amañados, abiertamente falsos, científicamente improcedentes, prejuicios morales y observaciones discriminatorias del tipo: "la cocaína destruye a sus hijos, promueve en los negros que violen mujeres y nos roben"; "la mariguana, el monstruo verde, droga de chicanos apestosos, vuelve criminal a cualquiera que caiga en sus garras", etcétera. Esta retórica que, aún vestida de otros oropeles, hoy perdura y se afianza, surgió en los estratos más conservadores de la sociedad y política estadounidense, y se acentúo – casualmente –con la crisis económica de finales de esa década. Es a partir de la década siguiente, durante los 30, que en EUA comenzará la promulgación de leyes que castiguen el uso, comercio, producción e incluso la misma investigación científica y médica. Primero el opio, la morfina y demás derivados, luego la mariguana y la cocaína.


Más tarde, en la década de los 60, el furor prohibicionista caería sobre el LSD y en los 80 sobre el MDMA, MDA y demás psicoenteógenos del tipo. No olvidemos, por favor, que el alcohol entró también durante esa misma década en el bando de las drogas ilegales en Estados Unidos: Al Capone, Lucky Luciano y tantos otros vieron crecer exponencialmente sus negocios. Recordemos todo lo que acarreó tal decisión gubernamental: violencia exacerbada, corrupción estatal e individual, descomposición social y política en conjunto. ¿Les suena conocido? Cuando lo relegalizaron el alcohol todo ello acabó. No obstante, dichos empresarios pujantes ya tenían otros nichos recién abiertos: las prohibiciones que siguieron: la cocaína, mariguana, opiáceos, etc.


La espiral de descomposición política y social no tiene parangón, pero sí una solución, una única posible: despenalización (que sería más propio denominar re-legalización), información, desintoxicación. Por ejemplo, las muertes realmente comprobables al uso y abuso de las drogas ilegales en conjunto, ni por asomo se acercan a las producidas por el uso y abuso de las mayores drogas legales –en cuanto al número de consumidores habituales– llámense tabaco y alcohol, cuyo uso se halla completamente normalizado y socializado (no así los dependientes a ellas). Lo mismo se diría del estratosférico gasto anual, para la seguridad social y las empresas, que representan los ciudadanos víctimas de enfermedades relacionadas.


Por si fuera poco, hay un aspecto más polémico y significativo que incluye al derecho, la ética y la moral: el derecho de los ciudadanos, adultos e informados, del uso recreativo de drogas.


¿Por qué el Estado debe entrometerse en lo que cada quien haga de las fronteras de su piel para adentro? ¿Por qué la moral prohibicionista gringa ha determinado la legislación de salud de todos los países integrantes de la ONU? ¿Por qué se criminaliza al consumidor, cuando en todo caso, se le debería tratar médicamente –siguiendo su propia lógica retardataria y moralina – como 'un ser que ha perdido la capacidad de discernimiento al haber caído "fatídicamente" en el callejón sin salida de las drogas'? Nunca, jamás, un consumidor responsable será igual a un empresario que produzca y distribuya sustancias ilegalizadas, o sea, un narcotraficante.


Por ello y tantas aristas más que determinan este fenómeno complejo (no tratadas aquí), se les invita a informarse y manifestarse en contra de esta política errada. Pues dicho problema involucra a todos los ciudadanos, sean consumidores o no. Es una cuestión de elemental justicia, derecho y moral. No aceptar que las drogas han sido y son parte primordial en el imaginario y cultura de la mayoría de las sociedades humanas es un acto de barbarie cultural y ceguera irresponsable.


Todos unámonos a la movilización ciudadana mundial por la liberación de la mariguana y demás drogas injustificadamente ilegalizadas. ¿Verdad que irían si fuese por la liberalización del consumo de tabaco, café, cerveza o mezcal, señores?! ¿Por qué no a ésta?


Tendrá lugar por quinta ocasión en la Ciudad de México este sábado 6 de mayo de 2006, cita en el Parque México de la Hipódromo Condesa (Metro Chilpancingo) a las 14:00 horas. A las 16:00, la marcha partirá para recorrer la calle Ámsterdam y exigir a las autoridades su rectificación urgente.


Uno de los mayores problemas mundiales es el narcotráfico, ya es hora de soluciones probadas, las únicas viables. Lleva carteles, mantas, volantes informativos. Lleva cámaras de video. Y corre la voz.


Y recuerda:

información,

legalización,

descriminalización.


Eso sería el verdadero golpe al narcotráfico, el segundo negocio ilícito más jugoso del capitalismo, luego del comercio ilegal de armas (con el que está relacionado íntimamente).

Muy atenta y cordialmente

Juan Pablornz
Ps: reflexionen, opinen, inquieran, reenvíen y participen.

1 Comments:

Anonymous Anónimo said...

Muy Sr. Mio,
Veo del todo lógico que restrinja la entrada de comntarios en su blog y sobre todo respecto a su artículo relativo a las drogas. A pesar de su restricción no creo haya recibido muchos comentarios y si alguno ha sido ofensivo no lo entiendo. Vd. no está nada más que diciendo la pura verdad y se ha quedado corto. Por ejemplo: en USA se ha llegado a vender hasta por correo contra-reembolso heroina junto al kit completo para inyectársela. La dexedrina (nombre comercial de la anfetamina más potente jamás fabricada) alcanzó unos niveles de adicción dentro de la población conservadora caucasiana que no tuvieron más remedio que erradicar su fabricación, distribución y comercialización. Y en lo que al alcohol respecta, en cuanto el gobierno saco cuentas y vió la tremenda fortuna que dejaban de percibir anualmente en concepto de impuestos, pues a legalizarlo de nuevo y para colmo a partir de entonces el alcohol, legalizado, subio considerablemente de precio en detrimento del ciudadano medio. Eso es historia. Y para qué continuar. Tiene Vd. absolutamente toda la razón caballero,

26/5/06 15:26  

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