Días gristes
Hoy lo leí en el blog de un hermano nica y no quería reprimir el deseo de repetirlo, de nombrar mi realidad de ahora. Sí, así son los días por los que transito. Mi miedo a la totalidad se ahonda.
Se va, se va, y debo dejarla ir. Asumir mi falacia, estulticia, inanidad. Irme al diablo.
Recuerdo ahora la ironía con que arremetiera -en otro desmadre- José Gorostiza contra la putilla del rubor helado: anda muerte mía, anda, !vámonos al diablo!
Hoy lo leí en el blog de un hermano nica y no quería reprimir el deseo de repetirlo, de nombrar mi realidad de ahora. Sí, así son los días por los que transito. Mi miedo a la totalidad se ahonda.
Se va, se va, y debo dejarla ir. Asumir mi falacia, estulticia, inanidad. Irme al diablo.
Recuerdo ahora la ironía con que arremetiera -en otro desmadre- José Gorostiza contra la putilla del rubor helado: anda muerte mía, anda, !vámonos al diablo!
También voy hacia la escritura, la espera y el chocolate de agua.
Y ella, que posee todos los nombres del mundo (Perséfone, Melusina, Acacia, Eloísa, Amada, Helena), otros derroteros ha de edificar. Adiós.
Y ella, que posee todos los nombres del mundo (Perséfone, Melusina, Acacia, Eloísa, Amada, Helena), otros derroteros ha de edificar. Adiós.
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