25 abr 2008

Nada de nuevo, nada

No escribir nada no debiera ser impedimento para expresar, aunque sea con un grito, todo lo que se trae adentro. La gente nota cuando quieres decir pero no lo logras, en el interior se ríen un tanto de vos. En un post pasado, mencionaba las muertes deseadas y por venir. Dije muerte pero en realidad quería decir mujer amada. A todas cuantas, deslumbrado, me recuerdan la posibilidad de que el tiempo puede supenderse, distendido hasta su disolución.

A diario me inquietan, a diario me desvelan. Y yo aquí supurando, maniatado sin lograr hendir la materia verbal y manifestarlo. Apenas un hilillo de voz sale. Apenas estas palabras inciertas, siempre insuficientes. Sobre la muerte, la mujer, la voz alicaída, los temas habituales, pretendo hablar.

En fin, hoy toca Goran Bregovic junto con una orquesta de músicos oaxaqueños, en unos días haré aquí referencia de su, seguramente memorable, presentación en la ciudad de Oaxaca.

"Sí -declara Vladimir Holan en alguno de sus poemas-, la muerte es fiel/ sólo que desconfiada".

¡Agur!