Iluminaciones de Simone Weil, a la luz de las sombras mexicanas:
Nada en el mundo, sin embargo, puede impedir al hombre sentir que ha nacido para la libertad.
Jamás, suceda lo que suceda, puede aceptar la servidumbre; porque piensa.
La libertad verdadera no se define por una relación entre el deseo y la satisfacción, sino por una
relación entre el pensamiento y la acción.
Pero el hecho mismo de no poder obtener nada sin haber puesto en acción, para conquistarlo, todas las fuerzas del pensamiento y del cuerpo permitiría al hombre liberarse para siempre de las pasiones.
[...] es hora de renunciar a soñar la libertad y decidirse a concebirla.
Fragmentos espigados de Reflexiones sobre las causas de la libertad y de la opresión social (Un sitio mexicano sobre la gran Simone...
Nada en el mundo, sin embargo, puede impedir al hombre sentir que ha nacido para la libertad.
Jamás, suceda lo que suceda, puede aceptar la servidumbre; porque piensa.
La libertad verdadera no se define por una relación entre el deseo y la satisfacción, sino por una
relación entre el pensamiento y la acción.
Pero el hecho mismo de no poder obtener nada sin haber puesto en acción, para conquistarlo, todas las fuerzas del pensamiento y del cuerpo permitiría al hombre liberarse para siempre de las pasiones.
[...] es hora de renunciar a soñar la libertad y decidirse a concebirla.
Fragmentos espigados de Reflexiones sobre las causas de la libertad y de la opresión social (Un sitio mexicano sobre la gran Simone...
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