5 jul 2008

Comentario de junio

Durante los días recientes una indisposición anímica me agarró del tuétano. No es ni la lluvia ni el olvido. Recordaba Hiroshima mon amour!, aquella obra superior del arte cinematográfico y un hilo de dolor bajó por mi hipotálamo. Y sí, no sólo pensé en mi inanidad sino en la de la especie.

De nuevo la afasia, la imposibilidad verbal atrofiando mis nervaduras, secando mi lengua. La estupidez humana impone su desventura. Yo trato de no callar, de no ceder, en ello pervivo.