4 feb 2006

Radio Nicaragua informa:

De modo indeseablemete habitual nuestra forma de mirar y enjuiciar la realidad parte de la ignorancia y la propaganda que los medios masivos de difusión (que no de información o de cierta información) infecta a sus receptores. Mi estancia en la ciudad de San Salvador me lo ha mostrado. Es cierto que estuve unas muy pocas horas, pero también que estuve en el centro de la ciudad, una zona paupérrima y abandonada de esta capital americana, donde el comercio establecido o no domina las calles, en donde -insólitamente- no me topé con perro alguno pero donde hay policías con armas largas cada cuadra y si no en la entrada de cada establecimiento pudiente (no sólo bancos). En esta zona de la capital salvadoreña (se asemeja en el descuido y deterioro y des-composición social a ciertas zonas de la Ciudad de México como Peralvillo o La Merced) ocurrieron masacres cometidas por los siempre inicuos milicos latinoamericanos, como aquella memorable en la Plaza Central, frente a la Catedral, durante los funerales de Monseñor Oscar Arnulfo Romero. El ejército arremetió en contra de la multidud que intentó refugiarse en las iglesias circundantes (la susodicha Catedral y la del Rosario a dos cuadras de ahí) hasta donde la cruenta mano de la tiranía fue por ella. ¿Les suena?
Esto aconteció en la década de los ochenta. El FMLN (Frente Farabundo Martí de Liberación Nacional) perdió la lucha. Varios años después, en 2006, San Salvador evidencia todas las ventajas indiscutibles del libre mercado. Desde hace cinco años dolarizaron la economía los gobiernos de la derecha siempre reinantes. Con ello provocó que el poder adquisitivo perdiera más del 300%.

Unos concentrados botones como muestra:

litro de leche: de $1,20 a $1,50 usd
litro de gasolina: 2,99 usd, Shell y Esso; 2,84 usd, Texaco. Más de 3,10 en el resto del país.

salario mínimo mensual: 154 usd

Si antes una persona pagaba 20 colones (2.5 usd)por agua al mes, ahora la empresa privada le cobra unos 40 usd. Ahora son dólares y ahora es empresa no estatal. En fin. Los datos fríos pero elocuentes. Subió todo menos los salarios (ja).

Estuve unos horas pero volveré al final de este viaje, mi primer aventura latinoamericana, un viaje exploratorio sin parangón. Después de comer pupusas de arroz con frijol y queso. Luego de encontrar por ocho dólares Taberna, de Roque Dalton, Seis personajes en busca de autor, de Luigi Pirandello (en una sencilla edición local) y El asco, de Horacio Castellanos Moya. Tras conocer a tres salvadoreños de orígenes y oficios diversos, con cuyos testimonios pude construir esta muy breve y tibia crónica, no puedo menos que volver con gusto.

Desde León, Nicaragua, donde creció y murió el vate Rubén Darío, les escribo. El tiempo voló y ya mañana les relataré sobre esta ciudad extraordinaria, donde he descubierto, poco a poco, lo mucho (lo muchísimo) que compartimos los pinches mexicanos con el pueblo y la cultura nicas. ¡Mexicanos del sur -y no- uníos con el sur de nuestra América que no es la gringa! Y digo pinches porque en el olvido nos temnemos y tenemos a los países con los que compartimos todo: un pasado histórico, un presente contradictorio y un futuro que, unidos, puede ser promisorio. ¡Estados Unidos a la bendita Chingada ya! ¡La América -no gringa- unida ya!

he dicho, agur!

1 Comments:

Anonymous Anónimo said...

Amore, sólo quiero decirte que te amo, que me cuesta despertar sin tí y que te extraño mucho. Que me da un enorme gusto que estés por allá y que aquí te espero.

9/2/06 22:05  

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