30 abr 2009

Terrorismo de Estado

Más allá de la factible posibilidad de una pandemia, el gobierno mexicano (y sus alfiles mediáticos) manejan la emergencia de salud pública para justificar el cierre de museos, centros culturales, escuelas, conciertos, universidades, pero no wal mart, chedraui ni plazas comerciales. Vaya coherencia en sus medidas para evitar que la gente se reúna. Si compran no se contagian. Pero cualquier cosa que los haga pensar o anime y sensibilice los sentidos es dañino.

Puro y llano TERRORISMO DE ESTADO de DERECHA.

No más,
no menos.

29 abr 2009

Niemand liebte ihn..., Georg Trakl

[Fragmento de Sueño y trastorno (Traum und umnachtung)]

Nadie lo amaba. Impudicia y mentira su cabeza quemaban en las estancias del crepúsculo. El azul crujido de una vestimenta femenina lo paralizó, como un pilar, y, en la puerta, apareció, de pronto, la nocturna figura de su madre. Y la sombra del mal se erguía ahora sobre su cabeza. Oh, vosotras, las estrellas y las noches. Al atardecer, se encaminó con el lisiado hacia la montaña. Sobre la helada cima yacía el brillo rosa de la tarde; su corazón sonó, suave, en el crepúsculo. Hundía el peso los tormentosos pinos sobre sí, y el rojo cazador salió del bosque. Había anochecido; su corazón quebraba sus cristales, la tiniebla golpeó sobre su frente. Bajo robles desnudos, estranguló a un gato montés, con congeladas manos y, a su diestra, surgió acusadora la figura blanquísima de un ángel, mientras iba creciendo la sombra del lisiado, entre lo obscuro. Pero él alzó una piedra y la arrojó hacia aquél, que huyó gritando, y a la sombra del árbol el dulce rostro del ángel desapareció, entre suspiros. Y yació largamente, sobre el campo pedregoso, mirando, sorprendido, el aúreo pabellón de las estrellas. De repente, acosado por murciélagos, se precipitó a lo obscuro. Penetró, sin aliento, en la derruida casa y, en su patio, bebió, como salvaje animal, del agua azul del pozo, hasta quedarse helado. Enfebrecido, se sentó, en las frías escaleras, furioso contra Dios, porque él muriése. Oh, el rostro grisáceo del horror, cuando alzó los ojos, muy abiertos, hacia el desmenuzado cuello de una paloma. Huyendo, raudo, por las desconocidas escaleras, a una muchacha (...) Sobre su cabeza, ya despierto, se iban apagando las estrellas.

De Georg Trakl y Alfred Kubin, Revelación y Ocaso, Madrid: Abada, 2005.

21 abr 2009

Radiohead - Talk Show Host | Live @ Mexico City

I want to,
I want to be someone else or I'll explode
Floating upon this surface for the birds
The birds
The birds

You want me?

(...)

12 abr 2009

Husos. Notas al margen, Chantal Maillard


Quedo -¿quién queda? - consternada - ¿quién? - quedo, quedar, consternación ante las imágenes-huellas cuando un ser las deshabita. Ahora sin referente, la imagen se difumina.

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1
(...) Un lamento se perfila en mi tráquea. ¿Por qué no dejarlo salir? Me digo por qué no dejarlo salir. Como una culebra, se desliza entre mis labios. Es largo, muy largo, afilado. - ¿Quién leerá lo que escribo? ¿Escribo lo que escibo para que alguien lo lea? ¿Lo escribiría para mí sola, a solas? No suelo hacer nada para mí sola. Pero ahora sí. Ahora quiero hacerlo... ¿Saben por qué, en las películas en las que alguien se suicida en la bañera, siempre lo descubren por el agua se filtra por debajo de la puerta? ¿Por qué al suicida deja de importarle que el grifo esté abierto o cerrado? (...)


De Husos. Notas al margen, Valencia: Pre-Textos, 2006.